Una de las cualidades que diferencia a un buen emprendedor de otro que se queda en el camino, no es el contar con una gran inversión, ni siquiera tener un currículo brillante o una enorme experiencia en su sector, si bien, todas estas cosas ayudan, y mucho. Una de las características que pueden significar el éxito o el fracaso de un emprendedor es su resiliencia. Y es que, la mayoría de los emprendedores de largo recorrido tienen interiorizado eso de que, no existe el fracaso solo las nuevas oportunidades de triunfar. Por ello, lo importante no es el fracaso en sí, si no la capacidad de saber cuando debemos cesar nuestro empeño en una dirección que demuestra no dar más de sí. Al final, toda esa energía debemos de reorientarla en una dirección que con menos esfuerzo nos de grandes resultados.
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