Es complicado lograr el éxito en un negocio, lo mejor que debemos hacer antes de emprender, es establecer un plan de negocio, donde se pueda ver si es viable y podamos analizar a nuestra competencia. Piensa que en cuanto funcione, el que las cuentas vayan bien en cuanto a la gestión de las mismas será un buen síntoma.
Si dejamos pasar ciertas cosas y procedimientos y confiamos solamente en nuestra capacidad de trabajo, podemos estar ante errores que siguiendo un orden sería más complicado cometer, por lo que atento en este sentido.
Adquiere también gran importancia, como nos comentan los expertos de avalonsubvenciones.com, el conocer o contratar el asesoramiento de expertos que puedan darte más luz sobre las subvenciones y ayudas para tu negocio.
Equilibrio entre la financiación externa y la capacidad de generación de beneficios
Piensa que para que comience un negocio suele ser habitual tener que contar con financiación externa, además de hacerlo bien. Recuerda que no debemos endeudarnos a niveles muy altos, pues podría causarte problemas de carácter financiero.
Lo deseable es no tener que recurrir a ella y que tengamos recursos para fortalecer el negocio. Además también hay diversas fórmulas de financiación que son diferentes a las tradicionales que realiza la banca, de tal forma que puedes optar por la obtención de crédito para tu proyecto.
Ajuste de los costes
El establecimiento de una estructura que sea flexible y que se ajuste a las necesidades del negocio, es tener capacidad para establecer una serie de márgenes que sean reales y poder ahorrar más. Es importante el tener la contabilidad al día y conocer en profundidad el modelo de negocio que se implemente.
Es realmente complejo ser crítico respecto a esto, pero en cuanto funciona la actividad, podremos cribar de forma lógico los gastos que se pensaba que eran necesarios y que podemos eludir.
Piensa que deberás analizar una serie de gastos que pueden ser variables con el volumen de a producción, además de los gastos que vas a tener fijos y que no dependerán de tus ventas.
Planear la tesorería del negocio
Los negocios que se planifican bien respecto de la previsión de pagos y cobros, lo que permite es la capacidad de reacción. Uno de los problemas más importantes de autónomos y pymes es la morosidad que se encuentra diariamente por parte de la clientela.
Sí que es cierto que podemos establecer un calendario en el que se marquen los días para el cobro y pago, de tal forma que haya un equilibrio entre los ingresos y los gastos. El calendario lo marcará la hoja de ruta del propio negocio en cuestión.
Se tiene que reclamar el pago a la clientela, hasta incentivando de alguna forma el pago por anticipado a las fechas que se hayan señalado de forma previa, convenciendo a los proveedores del retraso del cobro hasta que tu cobres.
Recurrir a la financiación a corto plazo
En el caso de que haya desfases entre el cobro y el pago, debemos recurrir a líneas o crédito. Aunque te va a salir más caro, evitará que los problemas sean más grandes. Si en lugar de enfrentarnos a un problema temporal, pasa a ser algo estructural y a largo plazo, deberemos tomar una serie de medidas drásticas, donde habrá que tener siempre en cuenta el que debe haber un equilibrio en este sentido.
Valora los aplazamientos de la administración
Los autónomos y las pymes deben saber las fechas donde deben afrontar las obligaciones con la administración pública. De la misma forma, hay que considerar el margen que la Seguridad Social y Hacienda prevén para el aplazamiento de los pagos. Piensa que el propio estado se puede convertir en financiador.
La solicitud de un aplazamiento lo que presupone es que asumirán los intereses devenidos del mismo. Por ello hay que tener precaución y que haya un límite por arriba al montante que se debe aplazar, pensando en el propio recargo que deberemos afrontar.
Piensa que Hacienda permite un aplazamiento de hasta 30.000 euros sin necesidad de aval, la misma cifra y circunstancia admitida por la Seguridad Social.
Piensa también que es posible el aplazamiento de la cuota del IVA que no se cobra, el IRPF, el Impuesto de Sociedades y demás pagos fraccionados.
Esperamos que te sea de utilidad todo el contenido de este artículo, pues nos ha parecido interesante abordar este tema para los emprendedores, pues no siempre está tan claro y a veces se pierden oportunidad de negocio o de hacer que la entrada en el mismo sea más sencilla. ¡Suerte con tu actividad emprendedora!