No te dejes vencer y lánzate a la aventura de emprender

La dura crisis que se ha cebado con nuestro país desde que comenzó hace casi ya 10 años, ha dejado, y continua haciéndolo, a numerosas familias sin trabajo. Este es el caso, por ejemplo de Jaime y Matilde, un matrimonio de Valencia que, tras quince años de fidelidad a su empresa, se quedaron en la calle, al mismo tiempo, y con dos hijos y uno más en camino. Por eso decidieron emprender y crear su propia empresa, y así abrieron su propio negocio de chapa y pintura.

Jaime siempre ha trabajado en talleres mecánicos. Su primer trabajo lo tuvo con apenas 18 años, y desde entonces, ha continuado aprendiendo y mejorando, hasta convertirse en un mecánico servicial, eficaz y atento, siempre preocupado por las necesidades del cliente. Pero la mala gestión de su antiguo jefe, provocó la quiebra de la empresa, y Jaime se quedó sin trabajo. Entonces, en lugar de sumirse en la desesperación, decidió aprovechar su dilatada experiencia para montar su propio negocio.

Y así nace este taller de chapa y pintura en Valencia que tiene como objetivo ofrecer el mejor servicio a sus clientes, desde la revisión y diagnósticos, hasta la reparación, recambio de piezas y acabado de carrocería, y de esta forma reforzar la seguridad del automóvil, para satisfacer las necesidades de todos sus clientes.

En cuanto encontraron el local perfecto, situado en una zona ideal, sólo tenían que comprar el equipo necesario, compresores de aire,  pistolas de pintura, compresores de aire, cabinas de pintura, destornilladores eléctricos, equilibradoras, una cabina de secado… Buena parte del mismo lo adquirieron en Mercury, una empresa que diseña, fabrica, instala y mantiene cabinas de pintado y secado e instalaciones para tratamiento y pintura de superficies y que dispone de una gama standard de todos sus productos. Además, conscientes de las diferentes necesidades de sus clientes realizan proyectos personalizados, personalizados para cada uno.

Consejos para organizar un taller mecánico de forma eficaz

Un taller mecánico, de la misma forma que cualquier otro tipo de negocio, requiere una buena organización, que empieza por la limpieza del local y continuando con las instalaciones, la maquinaria y las herramientas.

Se ha de tener en cuenta que en un taller mecánico, se generan desperdicios constantemente, por lo que es necesario limpiar después de cada intervención y no dejar que se acumule la suciedad, que además de dar mala imagen, impide trabajar cómodamente. Por eso, conviene tener contenedores adecuados y de fácil acceso que facilitan la eliminación de cada tipo de residuo concreto.

Las herramientas, por lo tanto, han de permanecer limpias y colocadas de forma que se pueda hacer uso de ella en el momento de ser necesario. Han de colocarse a la vista y en lugares de fácil acceso, que permita trabajar fácilmente y sin perder el tiempo buscando los materiales, por lo que preferiblemente han de mantenerse en cajas o tableros.

El área de revisión ha de estar separada de la zona de trabajo, y estas de la zona de recepción de clientes.

Por último, todo taller mecánico debe tener, obligatoriamente y a la vista del público, determinada información, a saber:

  • Tarifas por hora y servicio
  • Horarios
  • Derecho a presupuesto
  • Garantía
  • Hojas de reclamaciones

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