Todos sabemos lo que se siente el terminar una pesada jornada laboral. El asunto es que en muchos casos, desconocemos la teoría que hay tras esas horas en las que estamos trabajando y por ende, no sabemos lo que se debe o no hacer, y eso la hace mucho más pesada de lo general.
En primer lugar, lo importante de conocer la teoría tras las jornadas laborales, es que entendamos y conozcamos cuales son nuestros derechos como trabajadores y con este conocimiento, podamos aprovechar de forma más efectiva nuestro tiempo tanto laboral como de descanso.
Por ello y para entender mucho mejor estos puntos, conversamos con Timenet, empresa especialista en sistemas de registro de jornada laboral y gestión de proyectos, y nos comentaron no solamente los aspectos teóricos sobre la jornada laboral sino la forma de hacerla más llevadera:
Jornada Laboral y su Duración
Si bien la ley establece que la jornada laboral no puede superar las 9 horas (8 horas, en el caso de los menores de edad) y el tiempo de trabajo semanal ha de mantenerse en las 40 horas, también asegura que estas cifras pueden variar dependiendo de lo establecido en un convenio colectivo o en los contratos de trabajo (si bien en el año no se puede superar el máximo de horas permitidas). Sin embargo, determina como inviolables los tiempos de descanso de 12 horas entre jornadas y las pausas en el trabajo. Mientras que para un empleado mayor de edad se exige un mínimo de 15 minutos de pausa cada seis horas trabajadas, los menores de edad se ven obligados a parar 30 minutos cada 4,5 horas. Eso sí, que las pausas se consideren tiempo de trabajo depende del contrato de cada trabajador y de los convenios firmados por la empresa.
Horas extras
Las horas extras, que, salvo excepciones, son de carácter voluntario, son aquellas que no se contemplan dentro de la jornada habitual de trabajo y no pueden exceder las 80 al año, salvo que se compensen a modo de descanso antes de los cuatro meses posteriores a su realización. Esto último, es decir, la compensación en descanso a no más de cuatro meses, es la forma estándar de retribución en caso de que las horas extraordinarias no estén reguladas de otra forma en el contrato o convenio. Si, por el contrario, se cuenta con una regulación, además de la compensación por descanso también existe la monetaria, cuya cantidad nunca puede ser menor al valor de la hora trabajada en una jornada laboral habitual.
Trabajo nocturno o por turnos
Se considera trabajo nocturno a aquel en el que al menos 5 horas se ejercen dentro del periodo comprendido entre las 22 h y las 6 h de la mañana. Este tipo de trabajo, salvo excepciones muy contadas, no permite realizar horas extras, y normalmente se paga con una retribución especial. Para llevarlo a cabo, es obligatorio ser mayor de edad.
En el trabajo en turnos, los trabajadores realizan una misma actividad en diferentes horarios siguiendo o no un orden de rotación concreto. Aquellos trabajadores que tengan que realizar turnos de noches no podrán, a menos que ellos mismos lo decidan, hacerlo durante más de dos semanas seguidas. Además, hay que tener en cuenta que, en caso de que la actividad requiera trabajar domingos y festivos, estos se incluirán dentro del régimen de turnos.
Domingos y festivos
En principio, los domingos y días festivos no se ha de trabajar. Sin embargo, hay excepciones: los hospitales, las residencias de ancianos, las instituciones culturales como los museos y los teatros, los restaurantes, los cafés, las gasolineras, etc. permanecen activos estos días. Su tratamiento va a depender, sin embargo, del contrato o convenio: en algunos casos están contemplados como trabajo ordinario y en otros como horas extraordinarias.
8 estrategias para hacer la jornada laboral más llevadera
La jornada laboral para un profesional desmotivado puede acabar por convertirse en un auténtico infierno. Por eso, es importante lograr una jornada laboral más llevadera en la que todos los empleados sean capaces de desarrollar el 100% de sus obligaciones sin sufrimiento. Para ello, es importante que el departamento de RRHH y la dirección de empresa sean conscientes de este problema y proyecten una estrategia global para solventarlo.
Además de las tradicionales medidas contra la desmotivación (como pueden ser los incentivos económicos), los expertos en recursos humanos deben tener alternativas más acordes con la realidad actual de los trabajadores. Estos buscan una jornada laboral más llevadera desde el punto de vista de los beneficios intangibles, como pueden ser los horarios, los beneficios sociales o el sentimiento de pertenencia a un grupo de élite. La estrategia de recursos humanos para potenciar el buen ambiente y la motivación entre los empleados debe comenzar, principalmente, desde unas buenas pautas de salud laboral. El envío de comunicados internos periódicos sobre la gestión correcta del tiempo en el que estamos en el trabajo puede ayudar a poner los cimientos de esa nueva estrategia:
- Correcta iluminación del lugar de trabajo: esta es una de las primeras recomendaciones corporativas que deben tratarse desde dirección. Según los expertos, la luz natural es la más adecuada para una jornada laboral productiva, ya que además de tener una buena iluminación, es cálida. Por eso, los fluorescentes no son una buena opción para iluminar las oficinas de las compañías.
- La correcta postura corporal: es una de las recomendaciones que deben de hacerse desde la dirección, ya que depende de cada uno de los trabajadores. Adoptar una correcta postura frente al ordenador, con la espalda recta y haciendo descansos periódicos para recuperarse de la fatiga, son algunos de los consejos más recomendados por los expertos en salud laboral.
- La correcta planificación del trabajo: es otro de los puntos a tener en cuenta a la hora de tratar de conseguir una jornada laboral más llevadera y productiva para los empleados. Por eso, este recordatorio a los empleados debe ser uno de los puntos más destacados: orden y priorización de tareas.
- Desconexión en el tiempo de ocio: para esta primera parte, faltaría añadir un ingrediente más. Se trata de la relativización de las tareas corporativas. Son importantes y los empleados deben prestarles la máxima atención durante su jornada laboral. Ahora bien, al acabar esta, deben olvidarse para disfrutar de su tiempo de ocio y recargar pilas para ser igual de productivo a la mañana siguiente.
Ahora bien, existen otras formas mucho menos técnicas de hacer las jornadas laborales más llevaderas y agradables para todos, algunas de ellas son:
- Fomentar el buen ambiente laboral: el “buen rollo” en el equipo es fácil de conseguir y muy positivo para la empresa, ya que es una de las mejores estrategias para conseguir el pleno rendimiento de los empleados y también para retener el talento. Para ello, los superiores deben tratar de sonreír más e implicarse más en conocer a sus empleados. Si lo hacen, serán recordados como buenos jefes en el futuro y eso genera una gran satisfacción en el presente.
- Organizar actos fuera de la empresa: este tipo de acciones son muy positivas para potenciar el branding de una marca y la cohesión del equipo. No hace falta organizar grandes eventos ni dejarse la mitad del presupuesto. Basta con hacer una actividad diferente y de ocio fuera del contexto de la oficina.
- Incentivos económicos: probablemente no sea la estrategia más original, pero sí una de las más efectivas. Si establecemos una serie de objetivos y los empleados los cumplen, es justo que participen de los beneficios. De esa forma, conseguiremos más implicación en la jornada laboral y un mayor afán por conseguir los objetivos.
- Certificaciones y reconocimientos al mérito laboral: cuando un empleado realiza bien sus tareas y logra los objetivos dispuestos por la empresa, es muy positivo utilizar refuerzos como certificaciones o títulos que pueden añadirse fácilmente como logros en el CV del empleado.
También es muy importante tomar en cuenta la necesidad de educar a los trabajadores en las pausas activas, para que de esta forma, esos cortos momentos de descanso, sean aprovechados y beneficiosos para la salud integral de la persona, lo que se traducirá en mejor actitud a la hora de realizar el trabajo y que traerá un mejor ambiente laboral para todos los miembros del equipo, haciendo mucho más sencilla y cómoda la jornada.
En definitiva, conseguir una jornada laboral más llevadera y productiva no es difícil si se tienen en cuenta los conceptos vinculados al salario emocional en el trabajo. Simplemente se trata de potenciar unos hábitos saludables entre los empleados e incentivarlos para que los apliquen con motivación y ganas, haciéndose mucho más productivos, porque las tareas se hacen menos pesadas y también porque les permite interrelacionarse cómodamente entre los diferentes miembros del equipo.
Estos consejos no son solamente para que los cumplan los empleados, todos los puestos de trabajo dentro de una compañía necesita que la jornada laboral sea lo más amena posible, pues es mucho el tiempo que pasamos desempeñando nuestras funciones y si la hacemos más llevadera, lo veremos reflejado en la productividad y en el ambiente laboral.