Jubilarse es una magnífica noticia, sobre todo cuando eres un apasionado de la naturaleza y tienes una casa en el campo alejado del mundanal ruido. Lo que uno no sabe es que pequeñas averías pueden hacértelo pasar mal.
El caso es que vivo normalmente en Murcia, donde durante meses la verdad es que llueve entre poco y menos. La casa que me compré en mi tierra está cerca de Oviedo ¿lejos no? Un poco sí, pero mi idea era hacer este viaje 1 o 2 veces al año.
Desde que llegué casi no cogí el coche, ya que allí tengo todo a mano y me gusta desconectar de la ciudad. Cuando llegó la hora de marchar, fui a sacar el coche un día típico lluvioso y los limpiaparabrisas se habían quedado literalmente acartonados. Tan inservibles que no podía utilizarlos. Tocaba buscar una solución y no sería tan fácil.
El problema de tener un coche poco común
Siempre he sido poco amante de comprarme coches que tiene todo el mundo. A veces puede ser complicado, mi modelo era un Lancia Delta, de los últimos que se fabricaron, modelo poco vendido y encima de una marca que solo vende un modelo ya en España y de forma testimonial, ya que cuando deje de venderse la firma cerrará.
Como podéis imaginar no quedan concesionarios prácticamente de la marca, por lo que mis limpiaparabrisas los tenía complicados de encontrar. Buscando concesionarios o talleres que pudieran tener limpias de mi coche, dimos con una empresa que tenía estos limpiaparabrisas de mi coche, lo único que tenía que comprarles online.
Esto no era ningún problema, ya que podíamos quedarnos algún día más para esperar a que llegaran. Mi hijo fue el que compró por internet desde su casa de Murcia, ya que yo de compras online tengo poca idea y tenía miedo de meter la pata.
Aprovechamos para comprar algunos juegos más para que nos salieran gratis los gastos de envío y cuando nos llegaron solo tuve que instalarlos y listo. Pudimos volver a emprender el viaje tranquilamente.
Las nuevas tecnologías nos facilitan mucho las cosas y este es un ejemplo, ya que en otros tiempos me hubiera tenido que buscar la vida o esperar a que escampase. Ahora es tan fácil como buscarlo, comprarlo y que te lo envíen a la puerta de tu casa. Una solución desde luego para situaciones como estas.
Lo mejor desde luego es tener en orden de revista el coche para que no ocurran estas cosas, pero si pasa, es toda una salvación. Mi mujer ya me ha dicho que deje mis rarezas con los coches y que jubile el Delta. La verdad es que en la práctica es un fastidio no contar con tantas facilidades y es algo que irá en el momento en que desaparezca la marca.
Mi consejo es que no tengáis miedo a utilizar las compras online si es que todavía no habéis adquirido nunca un producto. Es rápido y sencillo, después de este incidente, ya le dije a mi hijo que me enseñase para cuando necesite adquirir algo. Al final voy a terminar siendo un especialista en compras electrónicas… ¡Quién me lo iba a decir!