Aunque tengo ya mis añitos, me encanta jugar los fines de semana con mis amigos de toda la vida en una liga privada. Tras muchos años de haber dejado la práctica del fútbol, pude volver a jugar y pasarlo genial en estos ratos. Cuando me tocó comprar las botas de fútbol, el poco tiempo entre semana que tenía hizo que tuviera que comprarlas online, estando además a un precio menor.
Es importante elegir una buena tienda
Por este motivo me puse a buscar tiendas online y terminé confiando en marianssport.com. La verdad es que me sorprendieron por la facilidad y amabilidad que tuvieron a la hora de comprar mis botas. Cuando les llamé por teléfono, era mi primera compra online y no estaba yo muy seguro de si lo había hecho bien.
El caso es que también me dieron una serie de consejos para poder contar con unas buenas botas para jugar al fútbol. Existen en el mercado muchas marcas y miles de modelos diferentes que se adaptan de forma perfecta al terreno de juego, al pie del jugador y hasta a la demarcación que ocupa.
Lo primero que tenemos que saber es el tipo de terreno de juego donde se va a entrenar o jugar los partidos. Si vamos a estar en diferentes superficies, lo mejor es saber elegir las botas de fútbol más adecuadas al tipo de partidos o entrenamientos que vayamos a realizar.
Los terrenos más frecuentes son los siguientes:
· Hierba artificial: son muy frecuentes, pero no consiguen reproducir las condiciones existentes en un campo de hierba natural. Una de sus ventajas es la dureza que tienen, variando poco ante las condiciones meteorológicas.
· Tierra: bastante habituales para servir como campos de entrenamiento y de competición en categorías inferiores. La dureza del mismo varía mucho con la lluvia, por lo que es necesario el ajuste de la pisada dependiendo del tipo de taco de la bota.
· Hierba natural: el terreno más adecuado, aunque debemos tener también en cuenta la longitud de la hierba. La dureza puede variar, puesto que la mezcla del efecto almohadilla de la hierba con la superficie dura que hay debajo de ella varía. Aquí también influyen la longitud y material de los tacos.
Como se puede ver, más allá de temas estéticos, el peso y material en que se construye la bota es clave para elegir unas buenas botas del fútbol. La suela es fundamental, longitud de los tacos, material en el que estén hechos y su superficie de apoyo.
· Botas con tacos de goma: las mejores en terrenos blancos, estando hechos de goma dura y combinando una longitud de taco no demasiado larga con una terminación en formas redondeadas. La suela tiene que tener entre 11 y 15 tacos.
· Botas con tacos de plástico: idóneas para terrenos que sean aún más blandos, el taco tiene una longitud mayor y está realizado en plástico duro, ya que busca la estabilidad de la pisada en el terreno. El material colabora en disminuir el impacto de la pisada.
· Botas con tacos de aluminio: son tacos largos de aluminio o material que imite sus cualidades, sobre todo en cuanto a la ligereza. Son las más adecuadas para los campos blandos de hierba natural, oscilando entre 8 y 10 tacos en la suela.
· Botas multitaco: tacos cortos, de goma dura y punta redondeada, pero con mayor número que los anteriores. Suelen tener entre 25 y 30. Dan estabilidad y una pisada firme. Son las más adecuadas en los terrenos duros, muy duros y también en hierba artificial.
· Botas de hierba artificial: Carecen de tacos, teniendo una superficie de carácter rugoso en la suela que sirve para jugar en césped artificial.
Tenemos que tener claro que la bota de fútbol que compremos tenga un ajuste lo mejor posible al pie del jugador. La gran tracción que soporta el pie de futbolista lo convierte en un detalle relevante al conseguir aliviar al pie y las articulaciones de un esfuerzo o desgaste que puede terminar en una lesión.
Esperamos que después de estos consejos te haya quedado más claro lo que debes tener en cuenta si buscas comprarte unas buenas botas de fútbol que se ajusten lo máximo posible a la superficie en la que vas a jugar. Esto es importante para no cometer errores y comprarte unas zapatillas que no estén adaptadas a la superficie de juego.