No es ni la primera ni la última vez que una empresa empieza a sufrir pérdidas económicas a pesar de que los libros de cuentas dicen algo muy diferente. No podemos dar nombres personales ni de compañías porque el tema está en manos de abogados pero, a pesar de que yo ya tenía una creencia u opinión bastante tajante en este asunto, lo ocurrido y que os voy a contar a continuación demuestra lo que yo temía: es mejor contratar a una empresa externa que lleve tus cuentas antes que dejar todo en manos de un empleado, por muy bueno que sea.
Imaginemos una empresa que fabrica, distribuye y vende al por mayor un producto con bastante demanda. En comparación, los últimos 5 años ha tenido más ventas que los 5 anteriores pero, sin embargo, el beneficio total es prácticamente el mismo, año tras año. El contable, que lleva los libros de cuentas al día con exquisita pulcritud, achaca esa diferencia a la subida del IPC, la subida de la luz, del agua, a la contratación de personal, la compra de nuevas máquinas…. Siempre hay una excusa lógica para comprender el motivo por el cual la empresa cada año vende más pero gana prácticamente lo mismo. Podríamos decir que estaba estancada en beneficios desde 2012 pero como no perdía dinero el dueño creyó cada una de las mentiras que le decía su contable de confianza.
Y saltaron las alarmas
Fue en 2017, hace apenas unos meses, cuando cansado de tanta excusa decidió contratar a Castellana Detectives, una empresa especializada en control de riesgo y fraude empresarial, y a Martin Laucirica, expertos en contabilidad, todo en absoluto silencio, sin que nadie en la empresa, salvo él mismo, supiera de su existencia.
Menos de un mes después empezaron a llegar las respuestas. El contable tenía una filosofía de trabajo muy al estilo del Gobierno Español, y la frase que movía su vida estaba sacada del refranero popular: “El que parte y reparte se queda con la mejor parte”. De este modo movía los números en los libros de cuentas para que siempre cuadrara todo trimestralmente y nadie sospechara que esos beneficios que la empresa no veía, y debía ver, acababan en sus bolsillos.
Debemos tener una cosa clara, lógicamente, si alguien nos quiere robar lo hará de una manera o de otra hasta que lo pillemos infraganti, pero siempre le será más fácil a aquel que maneja todo desde dentro de una empresa que a aquel empleado que trabaja de manera externa y que tiene que rendir cuentas a sus propios jefes además de a ti mismo. Por eso yo siempre abogo por contratar una gestoría o asesoría externa que lleve todo el tema contable y de contratación, con el fin de que ni suponga un quebradero de cabeza para nosotros mismos, ni suponga una puerta abierta a dejar pasar a alguien indeseable.
Para depositar toda nuestra fe en un contable interno y darle acceso a toda la documentación de nuestra compañía, así como a todas las cuentas bancarias de la misma, debemos de tener total confianza en esa persona, y aunque la tuviéramos, yo sigo pensando que es mejor la contratación externa de este servicio: poco a poco la vida me ha enseñado que no hemos de poner la mano en el fuego por nadie, a veces ni por nosotros mismos.