¿Cómo elegir una protección máxima ante el fuego?

Marzo es por excelencia el mes de las ferias y eventos comerciales de todo tipo a nivel nacional. Eventos durante los cuales centenares y centenares de personas visitan y pasan por dichos lugares. Por esa razón, es más que fundamental proteger estos espacios del fuego aportándoles la mayor protección posible con equipamientos especializados en ello. Con Balsamar, empresa líder en venta y servicio en material de seguridad y contra-incendios, esto es posible ya que esta firma catalana se posiciona como una de las mejores empresas de extintores en la zona de Barcelona y Girona. Destacan particularmente por el excelente trato que dan a sus clientes, así como por su respuesta rápida, profesional y comprometida en la selección de los mejores extintores para todo tipo de aplicaciones.

Tener siempre un extintor al alcance puede hacer la diferencia entre unos daños menores y una auténtica catástrofe. No hay que jugar nunca con la seguridad de las personas, por ello hay que tomar siempre todas las medidas que estén a nuestro alcance para prevenir cualquier incendio. Ello se puede hacer usando señales de evacuación y señales contra incendios, o instalando a la vez sistemas de detección de incendios, equipos autónomos, sistemas de protección contra incendios, etc. Garantizar una protección máxima ante el fuego es primordial siempre, y todavía más en lugares donde transcurren mucha gente.

¿Qué tipo de extintor es el más apropiado?

Para saber qué extintores anti-incendios hay que elegir, hay que diferenciar entre las distintas clases de fuegos que se pueden presentar. Para ello, hay que identificar primero qué tipos de materiales se encuentran y hay en la zona. Hay que saber, en efecto, que existen extintores de distintas clases. Así pues, los extintores de clase A son los adecuados para los fuegos sólidos como por ejemplo las maderas, el plástico, el carbón, etc. Los de clase B están indicados particularmente para los fuegos líquidos como por ejemplo la gasolina, el aceite, la parafina, los disolventes, las pinturas, etc. Los de clase C se recomiendan para los fuegos de gases como por ejemplo el butano, el metano, el propano, el gas natural, etc. En cuanto a los de clase D, éstos apagan los fuegos de metales especiales como por ejemplo el aluminio, el magnesio, el potasio, el titanio, el sodio, etc. Los de clase E son idóneos en los casos de incendios que impliquen material eléctrico. Para acabar con esta lista, sólo añadir y especificar que los de la clase F están indicados en los de petróleo y fat, etc.

Una vez que ya se sepa todo ello, es fácil entonces elegir el método de extinción que más nos convenga. Luego de ello, hay que regirse y dejarse guiar por la tabla I-1 del RII del Reglamento de instalaciones de protección contra incendios. Ello es efectivamente lo mejor que se pueda hacer. Pues, según los casos se utilizará o agua pulverizada, o agua a chorro, o polvo (convencional), o polvo (polivalente), o polvo específico para metales, o espuma física, o anhídrido carbónico o también hidrocarburos halogenados. Como podéis comprobarlo, los extintores presenten en el mercado son muy variados y diversos y, sobre todo, muy específicos. Son muchas las mejoras y adelantos que se han producido a lo largo de estas dos últimas décadas en término de prevención de incendios.

De hecho, incendios como el que se produjo en 1980 en uno de los pabellones de la Feria Internacional de Muestras en Valencia, debido a la gran combustibilidad del material que se había almacenado allí, sería más difícil, e incluso, improbable que se produjera a día de hoy. No obstante, para prevenir cualquier riesgo de incendio, lo mejor es confiar siempre en grandes profesionales como los que conforman la empresa catalana Balsamar, una empresa líder en la materia que propone extintores homologados y seguros que pueden ser instalados en todos los ámbitos, tanto administrativo, como comercial, aparcamiento, pública concurrencia, hospitalario, docente, transporte, así como residencial público, vivienda o empresas, etc. El fuego puede ser un gran amigo cuando se le tiene perfectamente controlado, pero puede convertirse en un terrible predador si se le deja rienda suelta. ¡No os dejéis sorprender! ¡Tomad las medidas convenientes!

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