Hay épocas en las que pienso que el movimiento “franquicias” va a explotar de un momento a otro y caerá en picado de manera imparable, y esto lo pienso porque las franquicias funcionan, por regla general, como las modas: ahora sí, ahora no, ahora estás de moda y ganas una pasta y ahora ya no es tendencia y es mejor que cambies de negocio para no arruinarte. Sin embargo, el tiempo me lleva siempre la contraria y me demuestra que, cambiando o no, las franquicias siguen funcionando.
Restalia, por ejemplo, ha sabido cómo moverse en este sentido. Quizá su franquicia más conocida es 100Montaditos pero, desde ahí, han sabido diversificar el negocio hacia nuevos sectores de actuación con La Sureña o TGB Burguer. Algunos de sus nuevos franquiciados triunfan como locos y otros acaban cayendo con el tiempo pero su empresa, como generadora de franquicias de hostelería, sigue en pleno auge.
El Molí Pan y Café es una pequeña franquicia (por ahora) que nació en una emblemática calle de Alicante, La Rambla, y que ahora cuenta con varios establecimientos repartidos por toda España. El modelo de negocio no es nuevo, es un tipo Bom Bon Boss de cafetería y panadería que guarda un as bajo su manga: vende productos de calidad y cuentan con servicio de cáterin propio, tanto dulce como salado, y elaboración propia.
Actualmente cuentan con un establecimiento en La Rambla de Alicante, otro en la calle Devesa y uno más en la avenida de la estación. En Santa Cruz de Tenerife cuentan con otro establecimiento y sus próximas aperturas son en San Vicente del Raspeig y en Coslada, Madrid.
Pros y contras
Lo bueno de montar una franquicia es que eres conocedor de dos cosas previas que se convierten en ventajas frente a montar un negocio propio de cero. La primera ventaja es que el modelo de negocio lo tienes ya montado, sólo debes copiar su funcionamiento, y la segunda ventaja es que sabes que funciona y por eso se siguen abriendo franquicias de esa red con cierta regularidad.
Ahora bien, tener que seguir un estricto régimen de normas para adecuarte a los estándares que marca la central puede ser engorroso porque te quita libertad de movimiento, y puede que no estés del todo de acuerdo son sus formas de actuación. Sin embargo, hay ciertas herramientas que pueden ayudarnos a llevar nuestra propia gestión y facturación al margen de esa franquicia central como, por ejemplo, este programa de facturación online, muy sencillo de usar y altamente eficaz, que te ayuda a llevar un control total de la situación de tu negocio, seas un franquiciado o no.
De lo que se trata al final es de encontrar la manera que más convenga a tus objetivos teniendo en cuenta que las franquicias cuentan con unas ventajas y desventajas frente a los negocios de línea propia y original, y sabiendo de antemano que las franquicias pueden funcionar igual de bien e igual de mal que el otro modelo de negocio. Nada nos asegura el éxito y somos nosotros quienes debemos decidir qué camino tomar.