Un año más he estado presente en la mayor feria inmobiliaria de España, Sima Otoño. La décima edición abrió sus puertas con una oferta de 25.000 viviendas. La cita se celebró en el pabellón 1 de Feria de Madrid (IFEMA) y por mí sensación con más expositores que en la pasada edición, la de 2017.
La mayoría de las casas a la venta se ubican en la capital y su comunidad (principalmente en Rivas-Vaciamadrid, Torrejón de Ardoz, Alcalá de Henares y Boadilla del Monte, seguidas de Getafe y Valdemoro), aunque también hay muchos inmuebles de Alicante y Málaga, dos destinos enfocados a las segundas residencias. De hecho, una cuarta parte de la oferta es turística-residencial. Y es que cada vez son más las personas mayores que con sus ahorros deciden invertir en una segunda residencia. Está claro que antes lo hacían en los bancos, pero al dar tan poco interés por el dinero, ya no merece la pena. Ahora bien, ya se sabe que invertir en ladrillo es mucho más complejo que hacerlo en un plazo fijo que te ofrezca un banco.
Zonas turísticas
La mayoría de estas viviendas se encuentran en las localidades más turísticas de Costa Blanca y Costa del Sol, así como en los archipiélagos de las Baleares y Canarias. Creo que no hace falta explicar la razón, pero si hay algún despistado, es simplemente porque nos encanta el sol, las zonas con buen clima y donde se pueda comer bien. Son cifras que se explican no solo por la reactivación del mercado residencial en estas zonas de nuestro litoral, sino también por el ‘efecto llamada’ de Madrid, que reúne el mayor número de compradores de este producto inmobiliario en España.
Las casas disponibles en SIMA ofrecen un amplio abanico de posibilidades para gente de perfiles diferentes. Desde pisos a chalets, y desde viviendas libres a las que tienen protección, mientras que la mayoría son sobre plano. En concreto, el 78% es en altura y el 22% es unifamiliar. Por otra parte, el 92% de la oferta de la feria es en régimen de promoción, mientras que el 6% lo es en régimen de cooperativa y el 3%, en comunidad de propietarios, según los datos que me ofrecieron en la misma feria.
También pude comprobar en primera persona que la vivienda libre gana por mucho al representar el 83% de la oferta, mientras que el 17% tiene algún tipo de protección. Y es que atrás quedaron esas épocas. Por último, y como ha sucedido en las últimas ediciones de las ferias SIMA, prácticamente todas las viviendas son sobre plano (un 90%), cuyo plazo de entrega es 2019 y años posteriores. La proporción entre viviendas sobre plano y llave en mano era justo la inversa durante los años de crisis económica y en el sector inmobiliario.
La sensación que me dio es que las inmobiliarias salieron contentas, unas más que otras, y es que el sector comienza ya a ser lo que fue, con movimientos. Aunque es cierto que esto ya no volverá a ser como antes. Pero tampoco queremos.
Cosas a mejorar
Lo que menos me gustó de la feria fue que encontré los stands muy sucios. No entiendo la razón. Es tan fácil como llamar a una empresa empresa de limpieza. Personalmente conozco a Limpiezas Velasco que te lo va a dejar inmaculado al momento, pero estoy seguro de que hay miles en Madrid. Quiero creer que fue un error de tiempo o que dio la casualidad que estuve en el peor momento. Espero que para la próxima vez que vaya, el suelo esté mucho más limpio. Por lo demás, un año más disfruté mucho con Sima, y visto lo visto, creo que el sector ha sabido reinventarse para no caer en errores del pasado.
El éxito del SIMA refleja cómo la fiebre por el ladrillo es está todavía muy presente en la mentalidad de los españoles a pesar de la crisis. Y, en vista del éxito inicial de la Feria Inmobiliaria, invertir en vivienda no pasa de moda. Lo que sí se lamentaba mucha gente es que el Gobierno ya no apueste por la venta de pisos y haya quitado todas las ayudas que antes sí tenía, lo que ha hecho que mucha gente se eche atrás.