Las empresas sostenibles no se benefician de la ayuda que aportan

De un tiempo a esta parte se ha impuesto la moda en los negocios de no dar bolsas de plástico a sus clientes a no ser que las paguen, dicen que para ser responsables con el medio ambiente y yo digo que lo hacen por ahorrar. Soy la primera que quiere que nuestro ecosistema, ahora enfermo, sane lo antes posible pero la medida que han tomado los supermercados y otras tiendas no sirve de nada, bueno sí: sirve para que nosotros paguemos nuestras propias bolsas.

Las personas que no llevan bolsas reutilizables, mochilas o carros de la compra por falta de costumbre o por falta de memoria siguen comprando tres o cuatro bolsas de plástico a 0,02 céntimos de euro las pequeñas y a 0,5 céntimos las grandes. Si te quedas quieta frente a una caja registradora durante un rato (yo lo he probado) comprobarás cómo sólo uno de cada 15 clientes o más lleva sus propias bolsas así que no creo que esta medida esté ayudando demasiado al mebioambiente. Si esos negocios quieren ayudar podrían hacer otras muchas cosas como comprar estas bolsas biodegradables para repartir entre sus clientes o donar un porcentaje de sus beneficios anuales a repoblar los bosques españoles (o mundiales que lo mismo es). Pero no lo hacen, porque les sale más rentable decir que ayudan al planeta dejando de regalar bolsas de plástico y cobrándolas cuando lo que realmente ayudaría es que prohibieran su fabricación en pro de las bolas de papel reciclables o en pro de las bolsas de plástico biodegradable.

Cómo ser o contratar una empresa responsable

En contraposición a éstas, y gracias a los Dioses del Olimpo, hay muchas empresas que sí son proactivas y son un ejemplo sostenible con el medio ambiente, pero ¿qué podemos hacer para convertirnos en una de ellas? Veámoslo:

  • Planifica un código de ética que debe ser perseguido año tras año sin excepción.
  • Trabaja sólo con proveedores que comercialicen con materiales con certificación forestal.
  • Forma a tus empleados para que eduzcan el consumo.
  • Sensibiliza a los clientes para influir en su modo de comprar con campañas y promociones de descuento.

Otro punto que podemos tener en cuenta si tenemos nuestra propia empresa, es la posibilidad de pertenecer a Green Meeting, una iniciativa que agrupa a profesionales de España y Portugal para promover practicas sostenibles en la organización de eventos e incluso unirnos a Emprendeverde.es que ha llegado a los 1.090 miembros en sus tres meses de vida, 414 son emprendedores y 256 son miembros relacionados con el emprendimiento verde.

Para reconocer a una empresa responsable podemos empezar por buscar certificados que demuestren que es una empresa sostenible y, si no los vemos, preguntar por ellos directamente. El certificado más conocido que garantiza el consumo responsable por parte de la empresa es la Certificación Forestal. Se trata de una evaluación que estudia el bosque y las empresas y demuestra que la gestión cumple con los criterios ambientales, sociales y económicos, de acuerdo con FSC España.

El Certificado Cisne Nórdico valora los distintos productos de la empresa y exige que parte de la fibra usada pertenezca a productos forestales. El Ángel Azul garantiza que el 95% por ciento del papel es reciclado y blanqueado sin cloro, ni ningún componente químico. La Ecoetiqueta controla las emisiones durante la producción de papel y tampoco permite el uso de cloro. LEED reconoce edificios sostenibles a partir de materiales forestales empleados. Y el Reciclado calcula el porcentaje de material reutilizado con los certificados TCF, PCF y ECF.

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